07 Jun

 

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Con una pasión por la música infundida desde el hogar, Santiago y Luis Fernando Castillo, son dos antiguos alumnos del Liceo quienes consiguieron en la música mucho más que un pasatiempo, adquirieron un estilo de vida que los ha hecho exitosos tanto en esferas nacionales como internacionales.

Estos roblistas integrantes de la agrupación SanLuis, mostraron desde muy pequeños la ilusión de ser músicos y de dedicarse a ello como forma de vida. Aseguran que su paso por Los Robles influyó positivamente en su formación, pues desde muy temprano tuvieron la posibilidad de expresarse dentro de este arte en las distintas actividades que ofrece el Liceo.

Convencidos de que sus tiempos más felices fueron los años que vivieron dentro de Los Robles, Santiago y Luis Castillo afirman que el Liceo fomenta el acercamiento a la música y al arte en general, lo que los ayudó a crecer como individuos y desarrollarse ahora como músicos y cantautores.

«En un salón de clases, o eras buen estudiante, buen deportista, quizás ambas cosas, o eras músico»- Luis Fernando Castillo

¿Cómo nace esa inclinación hacia la música?

Santiago: “La tendencia hacia la música es de casa. Desde pequeños teníamos la inclinación, pues todo el mundo cantaba o tocaba instrumentos. El Liceo influyó mucho porque desde temprano tuvimos la posibilidad de ser parte del coro, de Roblegaita, de la banda marcial, y nos destacamos mucho en el área musical; además, tener la oportunidad de hacer las presentaciones, hace que uno va ganando esa tribuna y esa posibilidad de demostrar lo que se tiene”.

Luis: “En un salón de clases, o eras buen estudiante, buen deportista, quizás ambas cosas, o eras músico. Creo que en mi salón era fácil serlo porque, por alguna razón, había muchísimos músicos, muchos se dedicaron a la música o al arte en alguna otra manera tiempo después y eso no es accidental. En el Liceo se fomenta ese acercamiento, se incentiva esa sensibilidad. Existe un ambiente de contacto a las cosas lindas, humanas, al arte, a la música. Yo creo que es por eso que de aquí ha salido mucha gente que ha querido dedicarse al arte en todas sus expresiones”.

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¿Quiénes creen que influyeron en su formación como músicos dentro del Liceo?

“La influencia de Víctor Hugo Galbán fue muy importante para aquellos que nos inclinábamos a la música, porque hizo que le tomáramos un aprecio distinto y viéramos esto con otros ojos. Es increíble pensar que en aquel momento él tenía dentro de su coro a gente que hoy en día son Tecupae, Mermelada Bunch, directores de cine y profesores de música, sólo que nadie sospechaba lo que iba a suceder luego. Igualmente el profesor Yon Dumitru, quien le inyectó mucha vida a Roblegaita y nos enseñó muchísimo. También el profesor Ángel Curiel, una persona muy humana, muy dada a enseñar, muy sensible, muy estimulante, él que propiciaba el acercamiento a estas cosas sin complejos y con el corazón, lo recordamos con mucho cariño”.

“Ya más cercanos a graduarnos, más maduros, muchos de nosotros fuimos parte de una nueva generación, un movimiento que empezó a ver la música como una posibilidad de vida, a pesar de que, quizás por la labor de guiarnos que correspondía en esos momentos a los profesores del colegio, apoyaban mucho lo que hacíamos con la música, pero lo veían con mucho cuidado, más como un hobbie, les parecía magnífico pero teníamos que llenar otros estándares; poco a poco eso fue cambiando y es parte de la historia”.

«Estamos convencidos de que la época más feliz de nuestras vidas fue la adolescencia transcurrida en los espacios de Los Robles»

¿Algún recuerdo de los tiempos en Los Robles?

sanluis3“Estamos convencidos de que la época más feliz de nuestras vidas fue la adolescencia transcurrida en los espacios de Los Robles. Estudiamos desde primer grado hasta graduarnos de bachilleres y esos últimos años de bachillerato fueron inolvidables. Tenemos suerte de que aún nuestros grandes amigos son los amigos del colegio, hay una comunidad muy linda que sobrevivió al colegio”.

“Cuando nos graduamos hicimos una banda para despedirnos en la fiesta de fin de curso del colegio y estaba integrada por pura gente del salón de clases, la banda siguió, se llama Tecupae y es un orgullo haber pertenecido a esa agrupación”.

¿Qué les dejan como consejo a aquellos jóvenes que, como ustedes, desearon alguna vez dedicarse a la música?

“Cuando tú tienes una ilusión lo importante es ser consecuente con ella, mantenerla al frente y serle fiel. Es fácil dejarse llevar por lo que la sociedad impone, lo que supuestamente nos toca hacer, que si ser abogado o ingeniero; pero si por alguna casualidad tu corazón está más ligado con la música, la pintura, el arte, no hay que tenerle miedo, hay que asumirlo como un estilo de vida: creerlo, estudiarlo, aprenderlo y apostarle todo. Aquí no es una cosa a medias, o le apuestas todo o te dedicas a otra cosa. La música puede ser un hobbie, pero no tiene que serlo, puede ser algo más”.

Redacción: Fabiola González / Fotografías: Jesús Adán Rincón/ SanLuisOficial