05 Jun

El hombre por su condición inteligente, necesariamente se pregunta por su entorno cómo funcionan las cosas, qué leyes universales rigen el mundo, cómo se arma ese rompecabezas que es la realidad. Las inquietudes intelectuales y el trabajo se juntan para intentar dar respuesta a esas interrogantes que no se acaban ni acabarán nunca.   

Pero las preguntas más importantes que al hombre le inquietan, son mucho más profundas; tienen que ver con él mismo. Cuando un ser humano despierta en situación de amnesia; ¿qué preguntas le asaltan de inmediato? La primera y principal es “¿quién soy?”, luego “¿por qué estoy aquí?”, “¿para qué?”, “¿qué sentido tengo yo y lo que me rodea?” y otras de este tenor. Todas tienen en común que no hay ciencia  que pueda dar experimentalmente con tales respuestas, pero la razón no se satisface con la suspensión en la duda; busca, y si lo hace con honestidad….encuentra.

Inicialmente a través de las cosas se avizoran respuestas, porque las leyes que rigen la razón nos llevan, a pesar de los tropiezos normales y naturales, a escalones cada vez más altos hasta aquellos que se  escapan de nuestras posibilidades, pero que están allí… y para lograr llegar a ellos debemos asirnos de la fe. Una fe que inicialmente nace de la razón, pero que se sabe insuficiente para ahondar en los misterios insondables de la realidad y por lo tanto de nuestras vidas.

El científico genetista Francis Collins, director del proyecto Genoma Humano, calificado por el presidente Barak Obama como “uno de los científicos de la actualidad más brillantes del mundo”,  afirma en su libro “El Lenguaje de Dios”, que trabajar en el descubrimiento del genoma humano le permitió contemplar el trabajo de Dios. Collins afirma que  “hay bases racionales para un Creador” y que “los descubrimientos científicos llevan al hombre más cerca de Dios”.

Algo similar diría el aún más reconocido Luis Pasteur: “Cuanto más estudio la naturaleza, más asombrado quedo ante el trabajo del Creador… Un poco de ciencia distancia a uno de Dios, pero mucha ciencia nos acerca a Dios”

ALEXIS MAVÁREZ

DIRECTOR DE PRIMARIA

Artículo publicado en Robleciencia